12/16/2009

Confianza y Seguridad

Publicado en Diario Hoy

Miercoles, 26 de agosto del 2009

En anterior artículo, se propuso que se estaba configurando un escenario de guerra fría en la región andina. Sin embargo, conviene destacarse que, en la época de la bipolaridad geopolítica y de la guerra fría entre los sistemas marxista leninista y occidental, no se retiraron los embajadores de las dos potencias y, por el contrario, se instaló una línea directa -el teléfono rojo- para evitar el desencadenamiento de una confrontación provocada por errores de comunicación o fallas tecnológicas de los sistemas de alerta temprana, y que, en los peores momentos del conflicto, primó la prudencia y autorregulación por parte de los mandatarios soviético y norteamericano.

En la guerra ecuatoriano-peruana de 1995, los dos Gobiernos tuvieron también la prudencia y el acierto de no retirar sus embajadores, lo cual facilitó el avance de las negociaciones y los acuerdos de Itamaraty y Montevideo que detuvieron las operaciones militares y dieron paso a las negociaciones de la paz.

En Santiago, Chile, se negoció un documento de la mayor importancia: el Acuerdo de Constitución de la Comisión Binacional Ecuatoriano-Peruana sobre medidas de confianza mutua y seguridad, que se firmó posteriormente en Brasilia como parte de los Tratados de Paz. El escenario de confrontaciones que lastimosamente esta viviendo nuestra región, caracterizado por una peligrosa escalada armamentista, por agresivas operaciones psicológicas, por nuevos episodios de desestabilización de Gobiernos elegidos democráticamente, por denuncias dentro de nuestro propio país de conspiraciones desestabilizadoras y de creación de comités populares para defender la revolución ciudadana, hace necesario un sistema y procedimientos de prevención que eviten la escalada de violencia que lamentamos y condenamos. La doctrina universal, para evitar el mal atroz de la guerra y administrar los conflictos en el marco del derecho internacional, es preventiva y es la antípoda de la doctrina de "guerra preventiva" puesta en práctica por el anterior mandatario estadounidense y asumida, aparentemente, por el actual presidente de nuestra entrañablemente hermana nación colombiana. Este tipo de acuerdos no son nuevos en nuestra región y, como consta en el citado documento, tiene antecedentes en las declaraciones emanadas de las Conferencias Regionales de Santiago y San Salvador sobre estas materias.

Encontrándose la novísima Unasur en vísperas de su reunión en de Bariloche, el Gobierno ecuatoriano debería, como una demostración más de su espíritu de paz y concordia y dando cumplimiento a las normas constitucionales vigentes que privilegian la integración andina y latinoamericana, proponer un trato para la firma de un convenio sobre medidas de confianza mutua y seguridad, que sería un aporte a las políticas comunes que en este campo deben asumirse para bien del desarrollo de los pueblos, hoy amenazado por los "vientos de guerra" que estremecen la conciencia de la patria común proclamada por Bolívar.

*Ex alcalde de Quito, invitado de HOY

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